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También puede darse en una empresa durante un proyecto en el que, después de varios ciclos fallidos de especificación-desarrollo-recibo, la solución sigue siendo insatisfactoria. En vez de comenzar de cero, es común elegir comenzar un nuevo ciclo, con el argumento clásico de que "solo se necesita una pequeña parte para alcanzar una solución satisfactoria”. El Ikigai trata de que te des cuenta de cuál es la actividad que se adapta mejor a lo que estás viviendo, a quién eres y a lo que te hace sentir feliz. A menudo tendemos a ser demasiado modestos: es una actitud que se valora, pero que no es necesariamente útil: ¡debemos saber para qué estamos hechos e ir a por ello! Pasos e instrucciones: Paso 1: Coge una hoja de papel y dibuja cuatro círculos grandes. Paso 2: En cada uno de los círculos escribe los siguientes puntos. Paso 3: ¡A escribir! - Qué nos gusta (en lo más profundo) - Qué es aquello por lo que pueden pagarnos - En qué somos buenos (concreto o abstracto) - Qué necesita el mundo Aquí es donde el Ikigai es más complicado porque requiere que hagas un poco de introspección y reflexión personal. Relájate: no tienes que hacerlo en 5 minutos. Incluso puedes tomar varios días y se puede hacer tanto Ikigai como se desee hasta que la versión final esté lista. A pesar de su aparente simplicidad, encontrar tu ikigai real es mucho más complejo y profundo de lo que parece. Es una invitación a llegar al fondo de tus verdaderas motivaciones, a explorar tus expectativas y visiones del estado actual del mundo que le rodea, a mirar la viabilidad pragmática concreta, y a lograr lo que es realmente importante para ti. Paso 4: Analiza tu idea de proyecto Al terminar tu Ikigai, tendrás una visión clara de tus pasiones y talentos. Incluso puedes definir una misión y un trabajo. Si es así, trata de ver si tu idea de proyecto o tu trabajo actual coincide con tu pasión y lo que te gusta hacer. Paso 5: Reflexiona Al colocarte en la encrucijada de tus intereses y las necesidades del mundo, encontrarás el equilibrio adecuado entre lo que haces en la vida y lo que te apasiona y/o te motiva. Idealmente, tu idea de proyecto alimentará tu Ikigai.